Hoy
te exigen limpiar de cualquier modo
la
basura que cada día arrojas,
e
indigno, ni siquiera te sonrojas
cuando
ocultas tus vicios en el lodo.
Siempre
les llevas, guiando a tu acomodo
las
lecturas que haces de las hojas
del
libro que leyendo tú te enojas
si
el cuento no es basado en un rey godo.
Ni
admites, ni respetas los criterios
de
las gentes que piensan diferente
mientras
tú les escondes con misterios,
tu
treta y un discurso muy indecente
releído
en el mismo presbiterio,
tu
interés no es neutral precisamente...
©Roberto
Santamaría