Tal
parecieran ser, distinta especie,
aquellos,
los pobres desheredados.
¿Es
que acaso merecen se desprecie,
sus
ateridos cuerpos demudados.
¡No
habrá barón honrado que se precie
de
defender a aquellos mencionados,
sin
que nadie jamás los menosprecie!.
Y
me pregunto .-¿Acaso sus pecados
fue
haber nacido pobre el vagabundo?
sin
techo, sin cobijo y sin fortuna.
pensando
en todo, voy meditabundo,
en
el que nada tiene y cual fortuna,
pobre,
desamparado y errabundo,
entre
el calor del sol y fría luna...
©Roberto
Santamaría
Collado
Villalba – Madrid – 24/12/2017